martes, 5 de febrero de 2013

[Capitulo 4] El Chico de la Radio



Hello!, aquí Tania dejando su actualización de el Chico de la Radio, este es el penúltimo capitulo de esta pequeña historia, si, así es >3< ya se acerca el final que espero poder traer este fin de semana, todo depende de cuanto me quieran mis maestros y no me dejen deberes >-<.
Bueno no le doy más vueltas al asunto, aquí esta.

PD: Se pone un poco sexy, o trate de que fuera un poco sexy así que ... *corre*





-Junsu ah…

Para el pelirrojo ya era más que normal escuchar aquella voz, desde que poco a poco se estaban conociendo y haciendo un poco más cercanos, escuchar la voz de Yoochun le comenzaba a ser normal tanto como verlo cada vez que se encontraban “casualmente”, aunque eso no quitaba el hecho de que siguiera alterándose cada vez que le escuchaba y le mirara como antes aunque ahora ya no salía corriendo.  Aunque desde aquel beso ya le era imposible salir corriendo, digamos que sus muestras de cariño comenzaban a ser un poco sutiles, uno que otro beso por aquí y por allá mientras se conocían.

-¿Si Yoochun?

El pelirrojo se acomodo un poco mejor en su cómoda cama esa en la que apenas se había dispuesto a recostarse después de un largo día.

-¿Hoy no estás escuchando la radio verdad?


Era media noche, hora en la que si Yoochun estuviera al aire él estuviera más que atento escuchándole.

-No - Contesto rápidamente, el no escuchaba la radio cuando Yoochun no estaba al aire, cuando no trabajaba, por supuesto sabía porque trabajaba ahí, “solo trabajo para ayudar a un amigo que me lo pidió de favor” esas habían sido las palabras del pelinegro. ¡Gracias amigo desconocido!, se lo agradecía o sino el no lo hubiera escuchado nunca. Bueno no hasta que sus hyungs los presentaran.

-¿No escuchas la radio cuando no estoy yo?

-No, no me gustan los otros conductores…

-Eso es bueno, no me gustaría que escucharas a alguien más. 

Junsu pudo escuchar una péquela risita del otro lado de la línea -Y aun cuando me gusta tu respuesta, ¿se puede saber el por qué?

-Simplemente no me gustan.

Y es que no podía decirle que solo lo escuchaba a él porque se había enamorado de su voz.

-Oh, entiendo… Y dime Junsu ¿Qué es lo que te gusta de mi tiempo al aire?, ¿las historias que cuento para el público?

-No, no es por eso. Bueno quizás un poco.

-Así que al chico pelirrojo si le gustan las escenas más dieciocho, pensé que ese sonrojo de aquella vez era real, pero seguro era más que actuado. Eso me gusta.

Junsu sintió sus mejillas arder en el mismo instante en el que aquellas palabras llegaron a su oído, le hacían sentir un poco de vergüenza pero a la vez se escuchaba tan sexy que el dijera aquello. Y solo porque en ese momento no lo tenía enfrente se atrevió a hablar.

-También te escucho solo por escuchar tu voz.

-¿Mi voz?

Y el estúpidamente asintió con la cabeza como si el pelinegro estuviera ahí.

-Si

Se apresuro a contestar, aunque su voz apenas y se escuchaba en un murmullo.

-¿Cómo?, no he escuchado.

Yoochun lo había escuchado perfectamente pero quería escucharlo de nuevo, así que a su vecino le gustaba su voz.

-Sí, he dicho que si

Y una amplia sonrisa se instalo en los labios del pelinegro cuando una de las mejores ideas que se le pudo ocurrir en el día llego a su mente.

-Dime Junsu ah, ¿Qué llevas puesto en este momento?

La confusión fue más que notable en el chico pelirrojo no solamente por preguntar ese ¿qué?, al que se encontraba al otro lado de la línea, si no que era visible en su rostro confundido.

-¿Que llevas puesto?

-¿Para… Para que quieres saber? – Su voz se entrecorto un poco, estaba nervioso, pero aun así a una parte de él le gustaba.

-Solo quiero saber, ¿no vas a decirme Junsu ah?

Oh dios, ¿Por qué estaba siendo esto tan endemoniadamente sexy?, ¿de verdad que ya se estaba volviendo aun más enfermo de lo que ya estaba?, solo era una pregunta, quizá le preguntaba para saber si iba a ir a dormir o algo parecido, no lo que su mente estaba comenzando a maquinar y pensar.

-Mi pijama…

Un escalofrió recorrió su cuerpo en el mismo momento que a sus oídos llego aquel ronroneo sexy seguido de un movimiento de sabanas.

-Qué sexy… ¿pijama de muñequitos?, sabes algo… me ponen las pijamas de muñequitos, y más si me las imagino en ti.

Yoochun sabía que estaba jugando con fuego, sabía que si seguía, su vecino muy posiblemente le colgaría, y lo odiaría por el resto de su vida, pero bueno, no debía temer al arriesgarse un poco, algo en el le decía que su vecino sentía algo por él, algo así como lo que él sentía por el pelirrojo. Atracción, gusto. Y algo que ninguno de los dos era consientes de algo que comenzaba a nacer entre los dos. Eso llamado amor.

Y aun cuando Junsu muriera de vergüenza en esos momentos, no se detuvo a seguir aquello que el pelinegro comenzara.

-¿Y-Y tu Yoochun?¿Que llevas puesto?

Se escucho una risita al otro lado de la línea causando que las mejillas del pelirrojo ganaran un tono rosado y se moviera un poco incomodo bajo las sabanas, pero pronto recibió la respuesta a su pregunta.

-Nada.

Y la temperatura del cuerpo se disparo por los aires de solo imaginar a su vecino completamente desnudo, y su mente dio un viaje en el cual lo pudo ver completamente desnudo sobre la cama. Dios sí que estaba comenzando a hacer calor ahí.

-¿N-Nada?

Otra risita, otro movimiento de sabanas y Junsu no recibió la respuesta que él quería, si no una mejor, para el pelinegro, para el pelirrojo, para ambos.

-Dime Junsu ah, ¿recuerdas la historia de ayer?

¿Qué si la recordaba?, la recordaba perfectamente, tan perfectamente que algo hizo conexión en su cerebro haciéndole recordarlo completamente, eso, eso que Yoochun le había preguntado hace un momento era parte de la escena más dieciocho que había contado ayer, la escena de amor por teléfono, esa que había hecho que se sintiera extraño y a la vez aquellas imágenes que había imaginado pero que había deshecho rápidamente creyendo que era incorrecto aparecieran en su cabeza.

-Si… - Y esa fue la respuesta por parte del pelirrojo, una que el pelinegro escucho perfectamente.

-Dime Junsu ah… ¿Quieres que te la cuente de nuevo?

Y el corazón del pelirrojo latió rápidamente contra su pecho, pero nada le pudo detener a contestar ese sí, ese que hizo que la temperatura del cuerpo del pelinegro se disparara, esa que hizo que deseara algo más de aquel chico pelirrojo que era su vecino, ese chico que le gustaba.

-Y entonces el teléfono de aquel chico sonó, la melodía de su tono de llamadas era un tanto gracioso pero a él le gustaba, aunque en ese momento lo odiaba un poco por haberle despertado de su placido sueño. Buscando su móvil con los ojos cerrados atendió aquella llamada.

-Si…

No sabía que le animaba, no sabía porque lo hacía, pero algo le animaba a contestar, a seguir ese juego que Yoochun había comenzado, quizá lo deseaba y mucho.

-Junsu ah… - La voz del pelinegro se escucho un poco más ronca, así, así como le gustaba a Junsu.

-Se puede saber ¿por qué razón me has llamado?, ¿Qué no sabes que hay personas que duermen?

Una risita se escucho al otro lado, que sin que pudiera evitarlo hizo sonreír a Junsu, ese que emocionado esperaba la respuesta.

-Aja, lo sé, ¿pero no sabes que hay gente que puede extrañar a otros en medio de la noche?

-Eso lo sé. - Pucheo el pelirrojo, formando un puchero que era más que obvio que su vecino no iba a ver.

-Entonces Junsu ah, ¿Qué llevas puesto? – Pregunto curioso, aun cuando ya momentos atrás su vecino ya le había informado de lo que usaba para cubrir su cuerpo, ese que en alguna ocasión cuando se habían encontrado “casualmente” se había detenido en observar, y llámenlo pervertido si quieren, pero era muy difícil no verlo, y sabia que no era el único, pero solo saberlo le causaba una especie de malestar, no quería que nadie viera a Junsu como él le miraba.

-Mi pijama.

Un ronroneo se escucho al otro lado de la línea, causando escalofríos en el pelirrojo, si estaban siguiendo la línea de lo que había pasado en la historia entonces…¿se iba a atrever a seguir con todo?, con punto y comas de todo lo que la historia decía, algo le decía que la respuesta era un sí.

-Mmm… Tu pijama de animalitos, sabes cómo me pone ese pijama. Hace que quiera correr a tu casa y arrancártela ahora.

-Lo sé, ¿Por qué crees que me la he puesto?

-Tks… ¿Así que te la has puesto para imaginarme a mi quitándotela?- El pelirrojo trago saliva un poco nervioso ante la idea de lo que iba a seguir, pero aun así continuo. Porque le gustaba.

-Sí, ¿no vas a venir a quitármela?

Y Yoochun sabía que en este momento el de verdad deseaba salir de su casa, caminar esos 4 metros que separaba su casa de la de su vecino, tumbar la puerta y hacerlo, le deseaba, deseaba a Junsu.

-Sabes que en este momento no puedo baby, pero ¿Por qué no jugamos a un juego?

-¿Cuál juego? - Pregunto el pelirrojo como si no supiera ya la respuesta, pero la sabia perfectamente bien y lo que iba a ocurrir le emocionaba.

-Es muy fácil y sencillo, solo tienes que hacer lo que yo diga, ¿está bien?

¿Lo haría o no lo haría?, pero no tuvo que debatir mucho sobre aquello, porque su boca soltó aquello que el comenzaba a desear, si, quería, quería jugar con Yoochun esa noche.

El pelinegro trago saliva mientras en su mente comenzaba a recrearse la escena, podía ver a su vecino recostado cómodamente en su cama mientras hablaban y deseo estar ahí, pero aun así con todo su deseo se concentro en seguir en aquello que pronto les causaría un inmenso placer a ambos.

-Quiero… Quiero que bajes tu mano muy, muy lentamente, ¿sabes hasta donde? – escucho un “no” al otro lado de la línea y sonrío emocionado – hasta el sur, muy, muy al sur – y parecía que podía calcular perfectamente porque en el momento en que le pidió que se detuviera un jadeo llego a sus oídos – Mmh… parece que encontramos un gran tesoro ahí baby, ahora quiero que frotes tu mano Junsu ah, pero cuando lo hagas quiero que imagines que soy yo, que yo estoy ahí tocando, ¿puedes hacerlo?, ¿puedes hacerlo baby? – y el también deseo tocarse, su amigo ese que se encontraba tan sólo ahí abajo proclamaba atenciones y se hacía visible ante él debajo de aquellas ligeras sabanas que cubrían su cuerpo desnudo.

 – Yoochun ~ - Aquel leve gemido que llego a los oídos del pelinegro disparo su lívido y la poca paciencia que en ese momento tenia, el también quería tocarse, quería imaginar que era Junsu el que le tocaba, y así iba a ser. Su mano se coló debajo de las sabanas y sin más se tomo a sí mismo.

Un jadeo ronco llevo a oídos del pelirrojo ese que con mejillas sonrojadas tanto por la vergüenza como por el placer que estaba sintiendo se tocaba a sí mismo. Siguió toda instrucción que el pelinegro le daba, esas que llegaban entre pequeños jadeos y un gemido ronco, y cuando su mano se adentro en el pantalón de su ropa y pudo tocarse, ya no era su mano la que le tocaba, en su mente era la mano de Yoochun, esa que con sus dedos tocaba su entrepierna y se concentraba en tantear la punta de su virilidad. Pero la ropa estorbaba y se lo hizo saber rápidamente a aquel pelinegro – Mis pantalones estorban Yoochunnie ~- pucheo el pelirrojo entre medio de un jadeo  para ese pelinegro – Maldición Junsu ah, quítalos, quítalos de ti – Y como pudo el pelirrojo se deshizo de ellos, pateándolos lejos para que terminaran en alguna parte de su habitación.

-¿Te estás tocando Yoochunnie? ¿Soy yo quien te toca? – Se atrevió el pelirrojo a decir, sabía que lo hacía porque no tenía al pelinegro presente y más porque ya estaba inmerso en aquel juego. – La mano del pelinegro se apretó alrededor de su teléfono móvil, mientras sus largos dedos se concentraban en la punta de su hombría antes de que se cerraran alrededor de él y su mano comenzara a subir y bajar , masturbarse el sólo quizá era placentero, pero ahora que lo hacía con la voz de Junsu en su oído era mucho mejor.

– Junsu ah – Y en ese gemido la respuesta del pelirrojo fue dicha, estaba ahí con el pelinegro – Ahora quiero que te tomes, que subas y bajes tu mano Junsu ah – Yoochun no tenía que preguntar si lo estaba haciendo  porque esos sonidos que llegaban al otro lado de la línea le daban la respuesta – Más rápido Junsu ah, mucho más rápido – Y el hacía lo mismo consigo mismo, mientras los gemidos y jadeos de ambos se entremezclaban entre la línea. Apenas podían concentrarse en mantener cerca de su oído aquel artefacto que en ese momento les conectaba, estaban sumergidos en demasiado placer.

La piel desnuda del pelinegro comenzaba a perlarse de sudor, la parte superior del pijama del pelirrojo molestaba al pelirrojo, a su cuerpo febril y ligeramente sudoroso, pero tampoco se iba a detener a quitarse la ropa restante. Las corrientes eléctricas que corrían por sus cuerpos rápidamente se instalaron en su bajo vientre, indicándoles que en cualquier momento iban a llegar, que el orgasmo se acercaba y aun cuando quisieran alargarlo no iba a funcionar. Sus espaldas se arquearon, sus músculos se contrajeron y al unisonó gimieron el nombre del contrario, indicándole al otro que habían tocado el cielo en aquel momento.

Respiraciones pesadas era lo único que se escuchaba por ambas líneas, ninguno podía articular palabra mientras firmemente mantenían aquel artefacto pegado a su oído. Su semilla caliente descansaba en sus manos y manchaba parte de la pijama y el torso de cada uno, sus pulmones reclamaron oxigeno y solo después de unos minutos fue el mismo pelinegro que había comenzado todo ese juego el que hablo.

 – Junsu ah ~ baby, eso fue… - pero el pelinegro no pudo continuar con lo que quería decir por qué fue cortado rápidamente por el pelirrojo.- Asombroso… Quizá un poco vergonzoso pero aun así asombroso- Y Yoochun se dio el placer de reír un poco, quizá coincidían en eso, había sido asombroso, pero para él no había sido para nada vergonzoso, él cambiaria esa palabra por placentero y exquisito.- Sera mejor que ahora te deje dormir- Y un “no quiero” se escucho al otro lado de la línea” - ¿Qué no estabas dormido? – El pelinegro se burlo un poco del pelirrojo.

- No quiero ir dormir ahora, cuéntame otro cuento – Junsu se dio el lujo y el atrevimiento de pedirlo, pero pronto recibió una negativa de ese pelinegro que ahora se hacia el bueno y quería que fuera  a dormir para que recuperara fuerzas para su día de mañana en la universidad.

- Pero te llamare mañana cuando salga de trabajar Junsu ah y volveré a contarte otro cuento para que puedas dormir tranquilamente, así que ve a dormir, my Junsu, my love.
Y con un buenas noches ambos se despidieron para poder descansar pensando en el otro.

4 comentarios:

  1. asdadsdadsdasd yoosu pornoso xDDD junsu ya cayó, que rápido aceptas, es que ese ratón tiene voz muy sexy y no se le puede decir que no >< ya se acaba el fic? nooooo!!!! bueno esperaré por el otro capo .... *-*

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  2. assddfdfhfgjghjghdgsfadsfdgdfhffjghk!! no puedo creerlo *O* par de pervertidos .//////////////////. fue muy sexy!!! *----*
    PENÚLTIMO!? NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ;OOOO; -CHILLA Y CHILLA COMO BEBE HAMBRIENTO!- no puede terminar tan pronto ;^; bushi :ccc!!
    por favor señores maestro!(?) no sean tan malos! y dejen descansar a esta escritora que ase un bello yoosu muy sexy c; .//////////////.
    GRACIAS POR LA ACTU *^*... cuídate ~~ que estés bien C':

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  3. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA♥♥♥♥ *sorry por recién comentar por aqui~~* Te lo dije ya, pero te lo repito: Oh dios, te quedó MAGNÍFICO!!! ♥♥♥♥♥♥ jhgfhsghfsgjhfgdhgsfsbgdgsdhgdhj Junsu es un amoooor cuando es así de mandado y Chun es un pervertidoooo♥♥ y me encanta que aún así al delfincito ni le importe♥ Gracias a esto ya tengo una muuuuy clara idea de esas historias que narra en su programa *Q* gdfshdgfhsf Y sobre todo el hecho de hacerlo por telefono :Q______________ Para Junsu (que ama su voz) debe haber sido la mismísima gloria♥ Estoy segura de que será igual de perfecto cuando estén cara a cara ;w; ♥♥♥
    Ya quiero contiii♥♥

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  4. Ahhhhhh pues yo eh quedado boquiabierta :0 no pensé q le seguiría el juego pero es algo ASI como atracción fatal o.o no no pued no XDDDD solo q se aman y se desean como evitarlo??

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