martes, 12 de febrero de 2013

[Capitulo 5] El Chico de la Radio



Bueno ^^, aquí Tani de nuevo, como ya había comenzado la vez anterior, este es el capitulo final de este serial(?), la verdad que me ha hecho muy feliz que les haya gustado esta pequeña historia tanto como a mi me gusto escribirla.

Bueno, no lo haré mucho de emoción y aquí esta. El chico de la Radio ^^.



CAPITULO 5




Las cosas entre ellos dos avanzaban poco a poco, no había momento en el que no se hablaran, en el que no se encontraran “casualmente”,  en el que no se enviaran mensajes o tuvieran esas llamadas que casi se volvían habituales, casi se podían considerar una pareja, sin ser una o pensar en aquello que estaban viviendo poco a poco como una relación, no, y no es porque ninguno quisiera, si no porque ninguno de los dos se ha atrevido a preguntar al otro ¿qué es lo que está sucediendo con ellos?, pero las ganas no faltan, necesitan aclararlo. Pero parecía que ninguno de esos días habían sido buenos para ninguno de los dos, apenas y podían y verse, el trabajo del pelinegro, sus deberes universitarios, los deberes de Junsu, todo, todo se unía para no verse, para estar alejados y solo a través del teléfono es como pueden comunicarse.

-¿Qué tanto ves por la ventana? – La voz suave detrás de él hizo que diera un salto y un chillido saliera de su boca debido al susto, en ocasiones Jae hyung le prestaba atención cuando no debía como en ese caso, cuando estaba tan concentrado pensando en Yoochun mientras miraba por la ventana esperando a que volviera y poder verle. Le extrañaba demasiado.

-¡Vas a matarme de un susto hyung! – Pucheo el pelirrojo solo para que su hyung hiciera un pequeño mohín con la mano quitándole importancia al comentario del pelirrojo ese que se quejaba de casi sufrir un infarto, a Jae no le interesaba, el había descubierto algo y quería corroborarlo - ¿Extrañas a Yoochun, verdad? – y la respuesta era un rotundo y gran si, Junsu lo extrañaba y demasiado, en esos días en los que no había podido verle, el se había dado cuenta que ya no era solo su voz la que le gustaba, no era solo su voz la que le llamaba la atención, la que le atraía, la que le emocionaba, necesitaba a Yoochun, todo de él, necesitaba ver su figura mientras se acercaba a él en ese encuentro “casual” en cualquier parte , necesitaba ver esa sonrisa picara, necesitaba ver esos ojos negros que brillaban emocionados cuando le contaba algo de su vida, y como parecía verle con ternura cuando él hacia algo gracioso. 


– Lo extraño demasiado hyung, extraño verlo, para mi escuchar su voz ya no es suficiente, necesito verlo, poder contarle mis cosas sin necesidad de un artefacto o saber que está bien a través de la radio, ni tampoco quiero encuentros “casuales”, quiero verlo todos los días, todo el tiempo.- Y Jaejoong no pudo evitar sonreír, algo en su interior le había dicho que en el mismo momento en el que esos dos se habían conocido, ellos habían estado destinados a terminar así, solo un tonto no podría ver que eso que comenzaba como gusto y atracción no iba a terminar en amor, ¿quizá estaban destinados?, bueno, destino o no, así eran las cosas.

 – Sabes Junsu ah, a eso se le llama amor - ¿Amor?, ¿estaba enamorado?, ¿enamorado de Yoochun?, su corazón latió rápidamente ante solo la idea, lo estaba, no sabía como había ocurrido, pero lo estaba, estaba enamorado de ese hombre pelinegro que era su vecino.

 –Deberías decírselo - ¿decirlo? Pero ¿y si Yoochun no sentía lo mismo?, ¿si para él era solo atracción?

Había algo que Yoochun tenía muy claro, el estaba enamorado de Kim Junsu, si así de simple y así de fácil podía aceptarlo, él sabía que Junsu le gustaba desde que lo había visto, y en ningún momento se había cerrado a la idea de poder enamorarse de él, ¿y cómo no hacerlo?, el amaba cada cosa que iba descubriendo de él, cada gusto, cada disgusto, todo, simplemente Kim Junsu era la persona que amaba y punto.

Y como la persona que amaba necesitaba verla, por mínimos  que fueran los segundos que pudiera verle, si hasta en su mente días atrás había llegado la loca idea de pedirle que viviera con él, aun antes de que descubriera que estaba enamorado de él, porque lo quería en sus planes, en su vida y ahora sabia la razón. Y como ahora lo sabía ¿tenía que arriesgarse? ¿Podría hacerlo?,  ¿proponerle al pelirrojo algo más? ¿Hacerle descubrir que lo suyo no era simplemente atracción?, tenía que intentarlo, porque una parte de su mente esa que guardaba las esperanzas de recibir algo positivo a lo que fuera a hacer, le pedía que lo hiciera.

Ni siquiera escucho al jefe en cabina llamarle, ni se había dado cuenta de la hora que era, era media noche y estaba con 5 minutos de retraso, pero eso estaba en segundo plano. Habían simples palabras en su cabeza que tenían papel protagónico y tenían que ser dichas.

Junsu volvió a acomodarse en aquel sofá, como lo hacía lunes, miércoles y viernes  a la misma hora, la estación de radio emitía una canción que en ese momento estaba de moda, la habían puesto después de que el ultimo locutor hubiera salido y eso le extraño, su… Yoochun siempre entraba rápidamente después de él, siempre le despedía y le deseaba una buena noche. Lo cual ahora le causaba un poco de celos, él quería que personalmente le deseara buenas noches, no más llamadas por teléfono, el pelirrojo también quería a ese pelinegro en sus planes, en su vida.

-Buenas noches a todos, ¿se han estado divirtiendo la noche de hoy verdad?, seguro que si – y la voz de Yoochun llego a sus oídos y se lo pudo imaginar sonriendo mientras hablaba, con esas sonrisas que a él le gustaban. – Creo que el día de hoy comenzare un poco diferente.
El silencio se instalo por unos segundos en aquella estación de radio, un pequeño suspiro fue escuchado y después… - Te quiero Junsu ah y espero verte esta noche.

Y eso fue todo, después de aquellas palabras el pelinegro se había concentrado en comenzar la historia de esa noche, ¿Qué no se compadecía de ese pelirrojo que aun cuando exteriormente se viera completamente relajado estaba que moría?, no parecía que no se iba a compadecer de él.

-Te quiero Yoochun ah. – Y por supuesto que iba a verlo esa noche.
 
Las luces de la casa de Junsu estaban apagadas, eso fue lo primero que pudo ver Yoochun mientras pasaba con su coche frente a la casa del pelirrojo, ¿debería tomar eso como una negativa?, no. Quizá Junsu no sentía lo que él sentía por él, quizá solo fuera un poco, quizá solo era gusto y atracción, pero él no iba a rendirse, llámenle como quieran pero él quería a Junsu y estaba seguro que eso poco que Junsu pudiera sentir por él, él iba a hacer todo lo posible para que se enamorara de él, para que le quisiera para que le amara, porque eso que él pelinegro sentía por Junsu sabía que iba a mutar y que iba a convertirse en puro y sincero amor, porque ¿Cómo no enamorarse de él?, solo un tonto no se enamoraría de Junsu, aunque la mera idea de otros enamorados de Junsu le causaban una pequeña molestia en el estomago, si, simples y sencillos celos.

-Junsu ah…

El nombre del pelirrojo salió involuntariamente de su boca cuando las luces delanteras dieron de lleno en el pórtico de su casa, dejando a un aturdido pelirrojo, uno que se cubría un poco el rostro con una de sus manos cuando las luces le lastimaron los ojos.

No supo en qué momento había estacionado bien su coche, aunque sospechaba que no lo había hecho tan bien, y que  ni siquiera había puesto la seguridad cuando había bajado de él, hasta se podría pensar que apenas y había cerrado la puerta cuando ya estaba parado frente aquel pelirrojo, ese que nada más tenerlo cerca había bajado un poco la mirada, y jugaba con el borde de su pijama, ese gesto le hacía ver tan infantil e inocente, ¿podía enamorarse de todos y cada unos de sus gestos?, si, podía y esperaba tener todo el tiempo del mundo para conocer cada uno de ellos y amarlos.

-Yoochun, yo…

Pero el pelirrojo no pudo decir mucho porque aquella amplia mano esa que con solo tocarle unas cuantas veces ya podía reconocer su tacto le hizo callar. Sus miradas se encontraron cuando el alzo su mirada para verle y una sonrisa suave apareció en aquello gruesos labios cuando sus miradas se encontrón haciendo sonrojar a aquel pelirrojo.

-¿Desde cuándo estás aquí afuera?, estas helado.

Junsu no creía que estuviera helado, sus mejillas que ahora sentía calientes era una muestra de ello, ¿Cómo podía sonrojarse con un solo contacto o sonrisa de aquel chico?, no lo lograría entender.

-Creo que será mejor que entremos a casa.

Yoochun tiro de aquel chico pelirrojo, ese que no pudo luchar contra ese fuerte agarre que el pelinegro ponía, y tampoco es que quisiera huir o algo parecido, solamente quería que le escuchara, quería contestarle aquello que le había dicho a través de la radio.

-Yoochun, es… espera… yo… yo quiero...

-Me lo dirás cuando estés en un lugar cálido y cómodo. – Y así fue, ni una palabra fue dicha hasta que el pelirrojo se encontró sentado en aquel amplio sofá de la casa del pelinegro y con un Yoochun mirándole fijamente sentado a un lado de él. Y ahora… ahora que estaban ahí, no tenía el valor de decir aquellas palabras, pero no porque no las sintiera, era esa mirada que le intimidaba un poco y le hacía avergonzar.

-Bue… Bueno Yoochun yo… Yo quería…

Pero de nuevo como momento atrás el pelirrojo fue cortado por aquel pelinegro. – Si todavía no sientes nada por mí, está bien no tienes que decir nada, yo solo lo he dicho porque me nació decirlo, lo sentí y quería que tu lo supieras – el pelinegro aparto un poco la mirada para ver hacia el frente, hacia la nada. – Se que el gusto y la atracción están ahí, porque si no existiera nada de eso, ¿Por qué me dejarías besarte cada vez que puedo?, o no hubieras dejado que sucediera lo de la otra noche ¿o sí? 

Y sus miradas se encontraron de nuevo, ojos caramelo y ojos negros chocaron, enganchándolos haciéndolos perderse en la mirada del otro.

-No, no lo haría.

Junsu fue rápido en responder las preguntas del pelinegro, haciéndo sonreír a Yoochun y soltar un suspiro aliviado, lo sabía, pero aun así le gustaba escuchar eso, le hacía sentir especial, solo con él, solo con Yoochun.

-Así que si el gusto y la atracción están ahí Junsu ah, déjame enamorarte, deja que eso que sientes mute a algo más solo por mí, hare todo lo que esté en mis manos para que tu llegues a sentir algo de lo mucho que yo siento por ti, así como yo quiero que todo lo que siento por ti mute y ese te quiero que has escuchado esta noche de mi, sea un te amo.
Aunque no dudaba que en poco tiempo eso fuera a cambiar, porque aunque quizá lo sospecharan un poco o no, ellos estaban destinados, destinados para amarse.

-¿Me vas a dejar?

Una sonrisa lenta apareció en los labios rosas del pelirrojo, una sonrisa que Yoochun añadió a las cosas que le gustaban de Junsu. Y pronoto aquel pelirrojo dijo aquello que había querido decir desde hace un momento atrás.

-Te quiero Yoochun ah.

Y la distancia fue cortada por aquel pelinegro ese que poco a poco fue inclinándose hacia ese pelirrojo que permanecía completamente quieto con el corazón latiéndole rápidamente como si fuera a salirse de su pecho. Sus parpados se cerraron suavemente mientras esperaba aquel contacto, contacto que no llego, porque el pelinegro se había entretenido mirándole, ojos cerrados, mejillas sonrojadas, labios ligeramente entreabiertos, en definitiva, el pelinegro iba a amar cada parte de lo que era Junsu.

-¿Yoochun?

Un murmullo suave escapo de los labios del pelirrojo que a ojos cerrados alzo sus manos hasta que encontraron el lugar correcto, las mejillas del pelinegro, ese que no tardo en besar la palma de una de sus manos.

-¿Si?
Pregunto el pelinegro mientras depositaba otro beso en la mano contraria.

-¿No vas a besarme?

Y Yoochun sonrío contra la tibia piel de su mano.

-¿Puedo?

-Si… Por favor – Murmuro bajito el pelirrojo, con las mejillas arreboladas en carmín.

Pares de labios fueron encontrados, en un suave rose, tan sutil, tímidamente, tan puro como si sus labios se fueran a encontrar por primera vez, pero si era la primera vez, era la primera vez que sus labios se encontraban después de haberse dicho lo que sus corazones comenzaban a sentir.

Las manos del pelinegro se anclaron en la cintura de Junsu, tirando de él hasta que el pelirrojo quedo cómodamente sentado en sus piernas, mientras aquellas manos se ancaban en su cuello sin despegar sus bocas, esas que poco a poco tomaban confianza hasta que tuvieron que separarse por falta de oxigeno. La frente de Yoochun encontró apoyo en la frete del pelirrojo, y cuando sus ojos se encontraron de nuevo Yoochun sabía que estaba sonriendo bobamente.

-¿Te gustaría formar parte de mi vida Junsu ah?

Y un ‘si’ fue murmurado por el pelirrojo, ese que había escondido su rostro contra el cuello del pelinegro mientras se abrazaba más contra él.

-Bien, entonces ¿por qué no comenzamos hoy?

-¿Qué? – Pero nada fue contestado, Yoochun había tomado al pelirrojo entre sus brazos llevándolo hasta la segunda planta, dirección su habitación. - ¡Yah!, ¿¡a dónde me llevas!?

-Shhh… Solo vamos a dormir.

Y así fue, ambos se encontraron recostados en la cama del pelinegro una vez este se había puesto cómodo. Los brazos del pelinegro rodeaban el cuerpo de Junsu, ese que sonrojado podía sentir contra su espalda como el pecho de Yoochun subía y bajaba en un ritmo suave, estaba dormido, tan tranquilamente, ¿entonces porque él no podía dormir?, fácil, estaba con Yoochun, en su habitación, digamos que eso le causaba un poco de vergüenza además de que bueno, no era tonto sabía que había sido ahí bueno donde ellos, no iba a pensar en ello.

-¿En qué tanto piensas Junsu ah?

Y aquella voz que tanto le gustaba casi le hizo pegar un chillido debido al susto, ¿¡que no estaba dormido!?

-En... ¡en nada! - ¿Podía latir su corazón mucho más rápido de lo que ya lo hacía?, la respuesta era sí. – Pensé… Pensé que dormías.

Los brazos que rodeaban a Junsu se apretaron un poco más, siendo atraído al cuerpo del pelinegro un poco más si es que eso era posible.

-¿Cómo podría dormir si te tengo aquí conmigo? – La respiración de pelinegro golpeo su oído, haciendo estremecer un poco a aquel pelirrojo que poco a poco comenzaba a sonrojarse – Si…, si no te dejo dormir, iré a casa, ya tendremos tiempo para pasar juntos y … - Una risita llego a su oído esa que le hizo sonrojar un poco más.

-No es por eso Junsu ah, ¿no tienes una idea del por qué?

 Un ‘no’ fue dicho por el pelirrojo, ese que casi se podía imaginar la respuesta del pelinegro. – Traes ese pijama de animalitos, pensé que había dejado claro la vez pasada cuanto me ponía.

¿Qué?, ¿de qué estaba hablando? – ¿estás jugando ahora?, mejor duerme – así como trataría el de hacerlo, aun cuando no creía que fuera posible, no cuando la mano del pelinegro se había dado el lujo de comenzar a acariciar su costado.

-Digamos que si quiero jugar, pero no mentí acalla vez cuando dije lo del pijama de animalitos o porque venía en aquel libro, de verdad me pone, y solo porque tú lo llevas puesto. - ¿Y desde cuándo le había visto ya con ese pijama? – Y… ¿y tu cuando me habías visto con el?, - El pelirrojo se atrevió a preguntar, mientras aquella demasiado confianzuda mano se adentraba por debajo de la parte superior del pijama – La otra vez, cuando saliste al jardín.

-¡Yah!, ¡me has estado espi…¡nhg! Yoochun ah~ - El nombre del pelinegro escapo de los labios del pelirrojo en un leve jadeo cuando aquellos lardos dedos encontraron aquel botón rosado que pronto se irguió en su pecho mientras era atendido por aquel pelinegro – Mmm… Creo que encontramos otro tesoro por aquí – La voz del pelinegro se escucho levemente ronca a oídos de Junsu, ese que se estremecía ante las atenciones del pelinegro – Ya habíamos encontrado otro tesoro, ¿por dónde estaba?

Y el pelirrojo no pudo callarlo, ahí se encontraba el diciéndole el lugar exacto donde se encontraba aquello que habían encontrado noches atrás – Al… Al sur – Y aquella mano que antes había estado jugando con su pecho viajo directamente hacia ese lugar, arrancándole un gemido. – Voy a amarte esta noche Junsu ah, ¿me lo permites?

La respuesta fue más que obvia, ese ‘si’ fue inevitable y pronto el pelirrojo se encontró inmerso en placer.

Las manos del pelinegro fueron hábiles en tirar de aquellos pantalones de pijama, esos que con unos cuantos tirones descendieron al igual que su ropa interior por las torneadas piernas del pelirrojo esas que el pelinegro se encargo de recorrer y tocar, hasta que su mano se poso de nuevo en aquel lugar.

La semi despierta entrepierna del pelirrojo fue atendida, aquellos largos dedos atendieron la entrepierna del pelirrojo, esa que poco a poco comenzó a ganar tamaño y grosor, arrancándole jadeos y gemidos.

Una de las piernas del pelinegro se interpuso entre las piernas del pelirrojo dándole así mayor comodidad para tocar al pelirrojo a su gusto - ¿Te gusta Junsu ah? – La mano del pelinegro que se movía arriba y abajo por  la virilidad del pelirrojo ganando intensidad mientras bombeaba.- Si… Si… - Las palabras del pelirrojo apenas y se escuchaban coherentes entre gemidos, gemidos que no dejaban de salir de la boca rosada del pelirrojo, esos que excitaban un poco más a Yoochun.

Su propio amigo le reclamaba atenciones, pero su prioridad era Junsu, después tendría tiempo para él.

Junsu giro su rostro y pares de labios fueron encontrados, sus labios fueron saqueados en un beso para nada lento, para nada sutil, los gemidos fueron acallados por la boca del pelinegro, ese que se encargaba ahora de explorar aquella boca rosada, sus lenguas se encontraron en una lucha por el poder, ese que Yoochun fácilmente gano.

Su mano nunca perdió aquel ritmo que el mismo imponía llevando poco a poco a la locura a aquel pelirrojo que se retorcía contra su cuerpo.

-¡Mnh! Te necesito... –Jadeos fueron acallados de nuevo por aquellos gruesos labios y parecía no estar dispuesto a tener piedad con él, ya que en vez de que bajara el ritmo parecía aumentarlo haciéndolo delirar y perderse. – Y-Yoochun, nhg~, por.. por favor, te… ¡nhg!, te necesito.

Lo necesitaba ahora, en ese momento y parecía que ahora si iba a tener piedad de él y lo que él necesitaba se iba a cumplir.

 El pelirrojo fue girado hasta quedar boca arriba sobre aquella cama, mientras rápidamente aquel pelinegro tomaba posición entre medio de aquellas piernas, esas que se entretuvo en tocar y que sabía que después tendría tiempo de explorar.

-Yoochun… te ne… - Su petición fue acallada por aquella boca, esa que no se cansaría de besar – Solo un momento baby, solo espera un momento. –

Las manos del pelinegro se movieron agiles desasiéndose de la parte superior del pijama admirando así la completa desnudes del pelirrojo, ese que parecía sonrojarse un poco más por tener su mirada fija en el - ¿Qué… que tanto vez?- Pregunto el pelirrojo sintiéndose ahora un poco nervioso al ser blanco de la mirada del pelinegro – A ti, te veo a ti, solo a ti. – 

Y sus labios se volvieron a encontrar. La ropa del pelinegro desapareció de su cuerpo gracias a la tímida ayuda del pelirrojo, ese que ahora se encontraba retorciéndose de nuevo en placer, mientras aquella boca que antes le había besado le llevaba un poco más alto hasta el cielo.

-Yoo… Yoochun, Yoochun ~, ¡nhg!, por… por favor – Lo necesitaba en ese momento, no quería tocar el cielo de nuevo el sólo, quería sentir a Yoochun junto a él. – Aquí estoy baby – El pelinegro se encargo de lubricar sus dedos con su propia saliva antes de que bajaran a ese lugar en el que en unos momentos se iba a perder.

-Esto va a doler un poco Junsu ah, pero sere suave baby – La yema de sus dedos tocaron la intimidad del pelirrojo antes de que uno de sus dedos comenzaba a adentrarse en aquel caliente lugar. La incomodidad no pudo ser ocultada por aquel pelirrojo ese que aferro sus manos a aquellas sabanas, pero los besos y las palabras del pelinegro no faltaron, esos besos y esas palabras suaves que trataban de entretener a Junsu hasta que sus dedos entraron con facilidad en aquel dilatado anillo.

-Te quiero Junsu ah – Murmuro el pelinegro contra los labios del pelirrojo mientras el mismo se perfilaba contra aquel lugar que pronto le haría tocar el cielo. Sus dedos se entrelazaron, sus miradas se encontraron, anclándose, tratando de mostrar al otro sin palabras todos aquellos sentimientos que crecían dentro de ellos.

Besos fueron dejados en el rostro del pelirrojo mientras se adentraba por aquel estrecho pasaje, ese que le comprimía y que le hizo soltar un gemido involuntario cuando aquellas paredes calientes le apresaron por completo, pero aun cuando tuviera deseos de empujar permaneció completamente quieto, mientras besaba a Junsu, dejando que se acostumbrara a él.

Permanecieron así, regalándose besos mientras los segundos pasaban hasta que fue el mismo pelirrojo el que movió su cadera contra él.

-Te quiero Yoochunnie~ – El vaivén de caderas fue lento y pausados, arrancando jadeos y leves gemidos esos que poco a poco comenzaron a ganar volumen al igual que aquel vaivén que poco a poco  comenzó a ganar intensidad al igual que la temperatura de sus cuerpos comenzaba a aumentar.

Una de sus manos permaneció entrelazada, aferrándose al otro tratando de encontrar algo que les mantuviera en tierra mientras ellos se entregaban a todo el amor y placer que sentían. Las piernas de Junsu se cerraron alrededor de la cintura del pelinegro mientras su mano libre subía y bajaba por aquella amplia espalda que comenzaba a perlarse de sudor.

-Mnh… ¡Yoochun! – Los dedos de pelirrojo se clavaron en la espalda del pelinegro cuando este toco aquel punto que hizo que una descarga eléctrica recorriera todo su cuerpo. – Oh ¡dios! – otro golpe certero que hizo que el pelirrojo terminara cerrando sus ojos presa de todo ese placer. - ¿Te gusta ahí Junsu ah?, ¿quieres más? –

Pero el pelinegro no le dio tiempo a contestar por el sólo, Yoochun había tomado la iniciativa de hacerlo. Las caderas del pelinegro golpeaban contra las del pelirrojo rápido y certero arrancándole gemidos más sonoros a aquel pelirrojo ese que poco a poco comenzaba a apresarlo en su interior. Las corrientes eléctricas recorrían sus cuerpos, ambos se sentían desfallecer, ambos podían sentir que el cielo se estaba acercando demasiado rápido y que no había impedimento para llegar ahí.

La mano del pelinegro se adentro entre sus cuerpos hasta que se hizo de la desatendida entrepierna del pelirrojo.

-Vamos a llegar al cielo juntos Junsu ah – La mano del pelinegro comenzó a bombear al ritmo de sus embestidas, sus manos permanecieron aferrando al otro, sus bocas volvieron a encontrarse y un gemido al unisonó fue acallado por el otro cuando ambos llegaron al orgasmo.

El cuerpo del pelinegro termino colapsado sobre el cuerpo del pelirrojo, ese que todavía permanecía aferrado a él y que parecía no tener intenciones de soltarle, aun cuando pudiera estarle aplastando.

Sus respiraciones eran erráticas, sus pulmones buscaban oxigeno, sus corazones latían apresurados, sus cuerpos estaban sudorosos y manchados por sus escancias esas que descansaban en sus torsos y en la intimidad del pelirrojo. Pero así era hacer el amor, porque si, habían hecho el amor.

-Te quiero Junsu ah… - Ese murmullo fue dejado en el oído del pelirrojo para luego recibir su respuesta, una que solo les hacia feliz a ambos. – Te quiero Yoochun ah.

Y con esa muestra de amor, abrazos y besos fueron dados al otro, y quizá hacer el amor de nuevo aquella noche también estaba entre sus planes.



****


-Siento mucho mi ausencia en estos días, pero digamos que algo importante surgió y no pude estar aquí como se debe, pero seguro a nadie le importa ¿verdad? – La risa de Yoochun se escucho a través de la estación de radio haciendo sonreír a aquel pelirrojo, que como todos los lunes, miércoles y viernes se encontraba escuchando a aquel chico que le volvía loco, no solo por su voz, si no por todo lo que aquel chico era.


La mirada del pelirrojo viajo directamente a su mano izquierda, hasta aquel anillo dorado que descansaba en su dedo anular – Yo si quiero saber porque babo~ – Pucheo el pelirrojo mientras hacía girar aquel anillo, ese que le hacía recordar todos los días cuando no podía ver al pelinegro – y que le haría recordar el resto de su vida – lo feliz que era ahora, con ese chico, con el chico de la radio.

-¡Ah!, pero antes de comenzar… - Unos segundos en completo silencio - Junsu ah… Te amo.  – Y Junsu casi podía verlo sonreír mientras decía aquellas palabras - Ahora si… comencemos.

Y aquella sexy voz llego a sus oídos haciéndole cerrar los ojos, mientras se perdía en aquella historia que quizá personalmente Yoochun le contaría y que el felizmente escucharía, de su chico de la radio, ese al que amaba.
-Te amo Yoochun ah – Y ya se lo diría el pelirrojo en persona.


Fin.

6 comentarios:

  1. Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ *recién pude leerlo completo ;w;*
    Me ha encantado demasiado esta historia Tani♥ Libre de dramas y llena del más puro amor que pueda existir♥
    Mi YooSu hermoso haciendose el amor por primera vez es tan perfecto ;w; *llora y rueda* ♥♥
    Amé como Junsu era así de avergonzadito y como Yoochun planeó hacer de todo para ganarse su tierno corazóncito♥
    Miles de gracias por compartir esta hermosa historia con el mundo necesitado de YooSu romántico en español♥ xD
    Te quiero Taniiii♥ Y escribes muy lindo♥ ;o; Y me ha encantado♥ Y *llora feliz* xD
    Gracias♥♥

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  2. (afydfunldiusfisf por fin puedo comentar ;w;!!! <3 <3 lo ley ayer en la noche pero no pude comentar D:!) JAE omma siempre aclarando las cosas a su baby *3*
    WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! me encanto el "CASUALMENTE" xD!!
    Y la declaración de miky por la radio *^*!!! y después en el sillón fue tan romántico el hombre ;w; ♥ son tan bellos! había tanto amor en el aire ;3;♥
    PERO EL PIJAMA M MATO *OOOOO*!! era cierto q le gustaban! xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDlol! dios imaginarlo con ese pijama todo avergonzado y rojito como tomatito *O*!! no habrá ternura mas grande q junchan!!! =/////3////= ♥
    Y ESE FINAL ;W;!! jueron felices pa siempre!! le falto pero m lo imagino!!! no sabes como amo los finales felices ;3;
    ♥ ♥!
    aws! amo toda la historia y también el final ; )3;)! keria k fuera mas largo pero no m kejo mas por q estuvo todo hermoso! deberitas! .w.!
    MUCHAS Gracias por escribir este fic!♥♥
    Saludines~~ :'3

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  3. al fin, esos dos son puro amor, junsu es tan inocente y yoochun le sale con que verlo con pijama de animalitos lo pone jajajaja!!!! que pervertido .... me gusto mucho la historia te quedó genial, gracias por escribir cosas bonitas *-*

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  4. T^T en mi país la gente de la radio son todos panzones negros y feos... Sus voces parecen de estreñidos Q^Q por que no hay yochunnies!?
    Estuvo genial la historia! Llore al final! De emocion* por dios que bonito T^T

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  5. Perfecto Tani^^ t quedo muy lindo~~ cero dramas y mucho AMORSH .... es como la historia Perfecta pa nuestro YooSu amado~~ <3

    GRACIAS X COMPARTIR TANI^^ EN VERDAD MUCHISIMAS GRACIAS!!! <3<3<3<3<3

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  6. Wooww tani eres una diosa escribiendo.. me fascinan tus fics .... dios fue tan linda esta historia,, bueno todas son super chulas hermosas, pero esta fue tan arcoiris y amor y cosas presiosas.
    Amo el yoosu ...

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